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Estimulación sensorial:
Los diferentes materiales y texturas del tejido, junto con el sonido del sonajero, estimulan el sentido del tacto, la vista y el oído del bebé.
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Desarrollo motor:
Agitar el sonajero ayuda a coordinar los movimientos de las manos y los ojos, y manipularlo fortalece los músculos de las manos y los dedos.
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Efecto relajante:
El sonido suave y repetitivo del sonajero puede calmar al bebé y ayudarlo a conciliar el sueño, brindándole una sensación de seguridad.
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Apego:
Al ser un juguete suave y familiar, puede convertirse en un objeto de apego para el bebé, brindándole consuelo y seguridad.
Lavar a mano con agua fría y jabón neutro. Secar a la sombra.
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